Como algunos de mis amigos sabrán, en febrero de 2022 tomé una de las decisiones más importantes y desafiantes de mi vida: migrar. Este cambio no fue espontáneo, sino la respuesta a una serie de eventos que marcaron profundamente mi camino. La pandemia que nos encerró no solo transformó nuestras vidas, sino que también me llevó a perder dos de mis tres principales fuentes de ingreso. Fue un tiempo de incertidumbre económica y emocional, agravado por pérdidas personales que dejaron una huella imborrable.
Entre estas pérdidas, la más dolorosa fue el fallecimiento de mi madre, quien a sus 94 años partió dejando un legado de trabajo incansable y una generosidad que no conocía límites. Su vida fue un ejemplo de fortaleza, amor y entrega, y su partida me recordó la importancia de honrar las lecciones que nos dejan quienes amamos. Su ausencia no solo fue un motivo de tristeza, sino también una fuente de inspiración para encontrar maneras de perpetuar su espíritu.
Han pasado casi tres años desde que comencé este nuevo capítulo. Durante este tiempo, enfrenté innumerables retos, desde adaptarme a una nueva sociedad hasta encontrar estabilidad económica. Fue un camino lleno de aprendizajes, caídas y victorias. Hoy, después de mucho esfuerzo, puedo decir que he alcanzado un nivel de estabilidad que me permite mirar hacia adelante con esperanza y hacia atrás con gratitud.
En honor a la generosidad y al espíritu solidario que siempre caracterizaron a mi madre, decidí realizar un pequeño homenaje que perpetúe su legado. Este homenaje no es monumental ni ostentoso, pero está cargado de significado: consiste en ofrecer mi trabajo para apoyar proyectos u organizaciones sin fines de lucro que busquen hacer del mundo un lugar mejor. Para ello, creé la página web ixad.org, un espacio donde pongo a disposición mis habilidades para ayudar a construir sitios web de forma completamente gratuita.
Mi objetivo es brindar a organizaciones y personas con causas nobles las herramientas para tener presencia en línea y amplificar su impacto. Sé que muchas veces los recursos son limitados, especialmente para quienes dedican su tiempo y esfuerzo a ayudar a otros. Por eso, este proyecto busca ser una pequeña forma de contribuir al cambio positivo, ayudando a que estas causas lleguen más lejos.
Si conoces a alguien que pueda beneficiarse de mi apoyo o a alguna organización que necesite una plataforma digital para expandir su labor, no dudes en hacérmelo saber. Creo firmemente que cada acto de solidaridad, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia. Este proyecto es mi forma de devolver al mundo un poco de lo que mi madre me enseñó: que la verdadera riqueza está en dar, en ayudar y en compartir.
Gracias por leerme y por ser parte de este viaje de transformación y propósito. Juntos, podemos seguir construyendo un mundo donde la generosidad y el apoyo mutuo sean los pilares de nuestra sociedad.
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